El último testamento de Augusto Pinochet fue hecho público
este miércoles, pero no reveló dónde están sus millones ‘escondidos’. La
apertura del documento se hizo a petición del Consejo de Defensa del Estado
(CDE) -la parte querellante en la causa que investiga el origen de su fortuna-
En la ceremonia no estuvo presente ningún miembro de la
familia de Pinochet: sólo asistieron la jueza, los representantes del CDE, el
notario que guardaba el testamento y dos testigos que en 2005 firmaron el
documento. El texto ‘desclasificado’ resultó ser una enmienda al testamento
principal del año 2000, de solo media página de extensión, en el que no figuran
mencionados ningunos recursos monetarios o bienes inmuebles que poseía
Pinochet. El documentó sirvió solo para nombrar a otro albacea.
Los abogados del CDE admitieron que están algo decepcionados
con el resultado, ya que esperaban conocer quienes son los herederos de los
bienes para poder continuar con la causa civil del caso. Subrayan que la
responsabilidad penal de Pinochet terminó con su muerte, pero que los herederos
de sus bienes heredan también sus obligaciones civiles. En este sentido, para
el Consejo resulta fundamental saber cómo el dictador repartió su fortuna,
razón por la que solicitará la apertura del anterior testamento de Pinochet de
2000. Se calcula que el procedimiento legal tardará unos 4 meses en
finalizarse.
La investigación judicial determinó que la fortuna de
Pinochet, que murió el 10 de diciembre de 2006, supera los 26 millones de
dólares, de los que sólo dos millones tienen justificación contable.
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