Según investigadores de la UNC , entre 2004 y 2010, otras 269 mil hectáreas
cambiaron de uso. Una ley prohibía los desmontes.
El número impresiona por sí solo: casi el 40 por ciento de
los bosques nativos que subsistían en 2004 en el norte y oeste de Córdoba ya no
estaban en 2010.
En apenas seis años, desaparecieron 269 mil hectáreas de
bosques cerrados (lo más parecido al monte original) y de bosques abiertos (que
han tenido perturbaciones pero mantienen hasta 40 por ciento de cobertura de
árboles autóctonos).
El dato surge de un relevamiento recientemente culminado por
los investigadores Marcelo Cabido y Laura Hoyos, del Instituto
Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional
de Córdoba.
“En 2004 ya quedaba solamente el 10 por ciento del bosque
que había en estas zonas en el año 1900. Ahora, vemos con preocupación que de
aquel 10 por ciento remanente, casi el 40 por ciento se perdió en los últimos
seis años”, señaló Cabido a este diario.
El estudio, realizado sobre la base de comparaciones de
imágenes satelitales Landsat de 2004 y 2010, sólo se refiere al norte de
Córdoba (desde Jesús María hasta el límite con Santiago del Estero) y al
noroeste, pero sin contar la zona serrana, ni el centro y sur provincial.
“Si se evaluaran las sierras, estimamos que el balance sería
similar o peor, porque además de la deforestación que no se detuvo se suma el
efecto de los incendios forestales. Pero ese relevamiento está en proceso
ahora”, acotó Cabido.
Al centro y sur provincial ya no tiene casi sentido medirlo,
porque no registran bosques desde hace décadas, salvo en reductos muy pequeños.
“Es insignificante lo que quedó allí, no más de 10 mil hectáreas en total”,
apuntó el doctor en Biología.
El cuadro que resume la investigación (ver Cambio de uso...
) muestra que, en el norte y oeste provincial –donde más se conservaba el monte
autóctono cordobés– se pasó de 681.293 hectáreas
medidas en 2004 sumando bosques cerrados y abiertos, a 412.310 hectáreas
relevadas en 2010.
La diferencia es de 269 mil hectáreas menos en seis años, a
razón de 45 mil por año y a una tasa anual de 6 al 7 por ciento, lo que los
investigadores, de perfil ambientalista, califican de “alarmante”.
Cabido plantea que en estas zonas la pérdida de bosque fue
fundamentalmente por el avance en el uso de la tierra para fines agrícolas o
ganaderos. En ciertas áreas serranas, en tanto, a ese cambio de uso de suelo se
agrega el destinado a las nuevas urbanizaciones.
La ley. “Lo que también alarma es que en 2005 Córdoba
sancionó una ley que prohibía todos los desmontes. A pesar de eso, desde
entonces se perdieron cientos de miles de hectáreas, lo que demuestra que las
leyes no se cumplen, o no se las hace cumplir”, sostuvo Cabido.
Además de bosques abiertos y cerrados, el relevamiento
distingue las áreas de matorrales (que eran bosque pero se perdieron, aunque
podrían recuperarse) y las culturales (ya de uso agropecuario o urbano).
Entre 1979 y 2010, el uso “cultural” en el norte y el oeste
pasó del 26 al 49 por ciento de los suelos. En el mismo período de 30 años, el
bosque cerrado se redujo del 33 al 5 por ciento.
Entre 2004 y 2010, el uso “cultural” del suelo avanzó del 43
al 49 por ciento. Y el bosque cerrado, sólo en esos seis años, bajó del 15 al 5
por ciento.
Tema de debate
Mañana. El relevamiento de los investigadores de la UNC será presentado este
jueves, durante el encuentro Diálogo Ciudadano sobre Bosques Nativos, que se
desarrollará a las 18.30 en la Legislatura Provincial.
Es promovido por la senadora nacional Norma Morandini.
Abierto. Ante legisladores y público interesado, fueron
invitados a exponer funcionarios nacionales y provinciales ligados al tema e
investigadores universitarios. Entre ellos, Marcelo Cabido, del Conicet y la UNC , y coautor del
relevamiento.
Dos leyes. En 2005, Córdoba sancionó una ley que
prohibió los desmontes, salvo que fueran expresamente autorizados por
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