Cristina Cherqui tenía 55 años, y era miembro de la
comunidad mapuche de Añelo, zona ubicada a 100 kilómetros de la
ciudad de Neuquén. Falleció el lunes pasado, después que le detectaran plomo y
otros metales pesados en la sangre, fruto de la contaminación que REPSOL y
otras petroleras generan en el agua que se consume en la región.
Una publicación del diario Tiempo Argentino, revela que la
investigación arrancó con una denuncia penal de la Asociación de
Superficiarios de Petróleo de la
Patagonia (ASSUPA), a la cual se sumaron 200 pobladores en
calidad de querellantes. Cristina era uno de ellos. El escrito acusa como
responsables a todo el directorio de la empresa, pero además a los otros grupos
que explotan pozos en el lugar: Pan American, Chevron, Total Austral (de
capitales franceses) y Medanito.
Después de analizar distintas muestras en superficie y en
napas subterráneas, la División
de Delitos Ambientales de la
Policía Federal y el Laboratorio de Toxicología y Química
Legal de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación determinaron que los 4000 habitantes del "Desierto de
Añelo", como se lo conoce, presentan medidas alarmantes de mercurio, cromo
y plomo en la sangre, y que el agua del lago de la región está contaminada 500
veces más de lo permitido para uso recreativo.
"En realidad –dice Ricardo Apis, presidente de ASSUPA–,
el problema es mucho más grave, porque además del terreno hay que sumar la
contaminación en dos lagos: Los Barreales y Marimenuco, de donde sale el agua
supuestamente potable para la ciudad de Neuquén y el área del Valle de Río
Negro."
El reclamo se basó en dos tipos de muestras: la
"calicata", que consiste en una perforación realizada para evaluar la
calidad del agua de las napas freáticas, y la toma de aguas de superficie,
efectuada generalmente en espejos naturales. Para esto último se eligió Los
Barreales (uno de los tres del complejo Chocón-Cerro Colorado), que finalmente
resultó contaminado 500 veces más del límite aconsejable.
Para Luis Arellano, apoderado legal de la Asociación y experto en
temas ambientales, "los niveles de
hidrocarburos en el agua que toma la gente son alarmantes. En un sector de Loma
de la Lata , por
ejemplo, la cifra es de 150 microgramos por litro".
Otra de las localidades perjudicadas es San Patricio del
Chañar, lo que también demuestra que "los daños pueden seguir
extendiéndose, si no se toman medidas de reparación", afirma Arellano. Y
agrega: "La acción tiene en cuenta delitos penados en el artículo 200 del
Código Penal y en los artículos 55,56 y 57 de la Ley 24.051. Estamos hablando de penas de hasta
diez años de prisión. Aunque con un agregado: Cherqui era querellante en la
causa penal, y su fallecimiento puede implicar un agravamiento de la figura,
hasta alcanzar una pena de 25 años de prisión por envenenamiento seguido de
muerte".
En medio de la investigación, Neuquén renegoció los
contratos con las petroleras en 2009, y solicitó a REPSOL un listado para que
la propia empresa informara cuáles eran sus focos de conflicto. El grupo
reconoció 233 hechos contaminantes, cantidad muy por debajo de la real. En Loma
de la Lata , por
ejemplo, 13 episodios de distinta gravedad descubiertos por la Policía Federal no habían sido comunicados.
"Frente a este escenario –afirma Arellano–, puedo
asegurar que si cualquiera hace una mínima perforación, encuentra agua
contaminada rápidamente. Para colmo, el crudo no es lo único que contamina,
porque a eso le tenés que sumar la llamada agua de formación. Para ser más
claro: el petróleo no está en una pileta subterránea, puro y listo para ser
extraído. Es una mezcla de arena, barro, piedra, tierra, que se saca inyectando
líquidos, para buscar fluidez. Ni bien ese lodo aparece en la superficie,
comienza un proceso de división y limpieza: petróleo propiamente dicho, pero
además tierra, gasolina, diferentes productos químicos, y agua de formación,
altamente tóxica y contaminante, en ocasiones siete veces más salada que el
agua de mar. Agua que, por supuesto, las compañías tiran en los campos,
arruinándolos por completo, y matando a los animales que se acercan."
El abogado reconoce que lo ocurrido en Los Barreales
"fue de casualidad, porque la muestra que tomamos del lugar y mandamos a
Buenos Aires surgió en realidad como 'blanqueo', es decir, una porción que
suponíamos apta para el consumo y planeábamos usar como contraste de la
contaminación de las napas. Pero para sorpresa nuestra, los estudios
demostraron que también los índices contaminantes del lago eran gravísimos. Si
esas 500 veces más de lo permitido son
perjudiciales para la actividad recreativa, como puede ser la natación,
imaginemos qué pasaría si alguien toma el agua."
"Si la justicia federal de Neuquén actuara como
corresponde –finaliza Apis–, (Antonio) Brufau debería estar preso. Están
muriendo seres humanos, y nosotros lo advertimos antes de que
ocurriera." <
La cifra: 500 veces por encima del límite de lo aconsejable
es la contaminación que se detectó en el agua de Los Barreales en Chocón-Cerro
Colorado.
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