lunes, 9 de abril de 2012

Advierten que explosión solar podría afectar telecomunicaciones



Las imágenes presentadas sobre el monitoreo solar semejan una colisión de líquido naranja, como si fuera oleaje marítimo; se trata de gases incandescentes que muestran una explosión solar, la más reciente, registrada el pasado domingo, informó Alejandro Lara, investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM. 
 'Estos fenómenos ocurren constantemente en el Sol; emiten una gran cantidad de luz, de emisión electromagnética, en muchas longitudes de onda, es decir pueden ser rayos X, ultravioleta, infrarrojos o nubes de partículas que se llaman eyecciones de masa coronal', expuso en un comunicado. 
 El experto universitario en Física Solar señaló que puede considerarse el más potente del presente ciclo, pero no de los más emblemáticos en la historia. 
 El investigador del Instituto de Geofísica apuntó que aún si la explosión se suscitó recientemente no puede determinarse la hora exacta en que llegarán sus efectos a la Tierra, porque el margen de error es de hasta 12 horas. 
 'La explosión fue relativamente grande y está acompañada de una eyección, que salió del Sol a dos mil kilómetros por segundo, y los efectos no los sabremos hasta que se encuentre muy cerca de la Tierra
Precisó que ocasionalmente afectan sistemas tecnológicos como las comunicaciones y las líneas de transmisión de electricidad. Sin embargo, por la configuración del campo magnético México no se encuentra tan expuesto a estas perturbaciones por su cercanía al Ecuador, en contraste con las zonas cercanas a los polos. 


'Pueden desplazar satélites y, con ello, las antenas receptoras no los encuentran, por lo que se dificultan las señales hasta que el aparato es reposicionado. Cualquier servicio que utilice comunicación por dicha vía, como telefonía, televisión de paga e incluso Internet, sufriría interrupciones por algunos minutos', alertó. 

Asimismo, el académico universitario señaló que la atmósfera actúa como escudo ante la radiación que sale de las explosiones. 

'Emiten demasiada radiación X, ultravioleta, hasta gama, pero ésta se queda atrapada en la atmósfera alta; modifica la ionosfera, cambia sus características y así ya no es tan fácil ni el egreso o ingreso de señales electromagnéticas', dijo. 

Indicó que el Instituto de Geofísica de la UNAM es la única institución en el país que cuenta con radiotelescopios solares, que monitorean la actividad del máximo astro. 

Añadió que 'la actividad es cíclica. Cada 11 años presenta un máximo de movimiento y en este momento llegamos a ese nivel. Esperamos que vaya en aumento en ritmo e intensidad'. 

Estos fenómenos se estudian desde hace más de 50 años; han mejorado los instrumentos con que los se observan, antes sólo lo podíamos observar desde la Tierra con aparatos al piso, y ahora desde satélites con telescopios que tienen mejor resolución, refirió.  

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