jueves, 22 de septiembre de 2011

Municipios de Córdoba se disputan las fuentes de agua . Ya no alcanza


En Sierras Chicas y Punilla, asoman signos de tensión entre localidades por el uso del recurso. Ante la escasez, en algunas aparece la inquietud por extracciones en su jurisdicción para abastecer a las más complicadas.
La crisis hídrica parece haber llegado para quedarse en las Sierras Chicas y el valle de Punilla, ambas cercanas a Córdoba Capital.
Varias localidades ya han declarado la emergencia hídrica, situación que les permite ordenar restricciones y hasta cortes en el servicio. Todas temen que si la primavera no acompaña con buenas lluvias, el verano sea aún más complicado en este rubro.
En este marco, en el último tiempo aparecieron tensiones entre diferentes municipios. Como nunca antes, emerge la inquietud en algunas localidades de que se originen problemas sobre su fuente de provisión si derivan agua a otra aún con menos disponibilidad.


Esas tensiones se perciben también en reacciones de vecinos y grupos sociales, planteadas con menos diplomacia.
El reciente anuncio de un posible acueducto desde el río Carnero a Salsipuedes, para solucionar la crónica falta del recurso en esta ciudad, disparó la preocupación en Colonia Caroya.
En Agua de Oro, se conformó una asamblea de vecinos y organizaciones movilizados para evitar que se autoricen emprendimientos inmobiliarios que afectarían más la alicaída cuenca hídrica del Chavascate.
En varios puntos del Gran Córdoba, los inversores se ven condicionados para llevar adelante proyectos inmobiliarios por ese efecto de discusión social. En otros, con aval oficial, avanzan a pesar de esa situación.
En Río Ceballos, asociados de la cooperativa de agua local reprochan que se permita la extracción de agua en camiones de la planta potabilizadora del dique La Quebrada, que abastece a esta ciudad, para llevar a la vecina Salsipuedes.
Río Ceballos está en emergencia hídrica, con cortes del servicio dos días por semana, desde hace tres años. Pero Salsipuedes está aún peor.
Gabriel Saal, investigador de la UNC, en un trabajo publicado por la Facultad de Filosofía y Humanidades denominado “Dinámica social y territorial en relación a problemáticas del uso del agua”, plantea que en las Sierras Chicas el dilema va cobrando singular importancia ante la cada vez mayor cantidad de viviendas y de actividades industriales, comerciales, agropecuarias y turísticas. “La región vive una acelerada transformación socio-territorial, caracterizada por el incremento de alteraciones ambientales, derivadas de procesos de urbanización no planificada. También coexiste con transformaciones en las actividades productivas y de servicios, que conforman un escenario de disputa por los recursos naturales, en especial el agua, que deriva en conflictos entre distintos agentes”, advierte Saal.
En La Calera, Manuel Carmona, titular de la empresa municipal de agua, apuntó que “desde la planta potabilizadora de esta ciudad, se envía hoy agua a Saldán, Villa Allende, Mendiolaza, Unquillo y Río Ceballos, pero esto no significa que vaya a faltar en La Calera”, Y acotó: “Es un momento para ser solidarios porque a muchas familias de las Sierras Chicas les falta agua y debemos comprender que el recurso no es sólo de un lugar”.
La planta de La Calera está sobre el río Suquía, aguas abajo del lago San Roque, en la misma cuenca que abastece –no sin sobresaltos– al 70 por ciento de la ciudad de Córdoba y a todos los municipios del sur de Punilla.
El municipio y la cooperativa de aguas de Carlos Paz reclaman que la Capital tome menos agua del San Roque, su principal postal turística. “No puede ser que acá tengamos el 100 por ciento de usuarios con medidores y en Córdoba no lleguen al 25, y por eso derrochan más”, señaló el intendente Felpeto.
Desde la Provincia, marcan que del San Roque ya no se extrae agua para regar las quintas que rodean a la Capital y que la refacción licitada del canal del dique Los Molinos haría que se tome menos del San Roque.

Ver Noticia On Line


Caroya cuestiona un proyecto de acueducto a Salsipuedes

Un proyecto prevé extraer agua del río Carnero, que pasa por Colonia Caroya, para llevarla por un acueducto hasta Salsipuedes. Primero fueron los productores frutihortícolas de Caroya, pero pronto se sumaron autoridades municipales y de la Cooperativa de Servicios de esa ciudad para manifestar su preocupación por la noticia. Por ese tema, se reunieron con el subsecretario de Recursos Hídricos de la Provincia, Luis Salamone.
Los productores temen por el riego de las 150 hectáreas de viñedos y las 500 de frutas de hortalizas que dependen del caudal de ese río. La Cooperativa de Caroya planteó que para ese acueducto extraerían agua del mismo acuífero del que se proveen los 70 mil habitantes de Jesús María, Sinsacate y Caroya. Dicen temer que, en el futuro, la necesidad de agua pase a ser también de esta zona.
Según aseguran, Salamone les confirmó la existencia de un proyecto de acueducto.
Entre Caroya y Salsipuedes, hay unos 40 kilómetros y 260 metros de desnivel.
El que avisó hace 10 días de la posibilidad del proyecto fue el empresario cordobés Euclides Bugliotti, tras reunirse con el ministro nacional Julio De Vido. Bugliotti prevé construir un complejo de departamentos y un hotel en Salsipuedes, que no comenzó ante la inquietud de los vecinos de esa ciudad que no tienen agua suficiente para ellos. Según Bugliotti, la Nación financiaría esa obra, que costaría 25 millones de pesos.

Ver Noticia On Line

No hay comentarios:

Publicar un comentario