Las preguntas apuntan a conocer cómo debería ser la
presentación en sociedad del proyecto minero, qué estamento del Estado debería
respaldarlo y, entre otros aspectos, pide opinión sobre los grupos
“antimineros” de la ciudad
Con la propuesta de
responder a una encuesta de “interés general”, una voz femenina que se
identifica como parte de “la consultora CIO de Buenos Aires” está sondeando a
vecinos de la ciudad con el fin de conocer sus opiniones sobre la instalación
del proyecto minero en el Cordón Esquel.
En una primera
instancia, se consulta sobre el barrio donde vive el vecino, la edad y cuáles
son los tres programas radiales locales que escucha “para informarse, no
entretenerse”, aclara. También se pregunta qué diarios locales y provinciales
(gráficos o digitales) consume y a través de qué programas televisivos locales
y provinciales se informa. Para cerrar esta etapa se les pregunta a qué tres
periodistas locales prefiere y por qué.
Hecha esta
introducción, la encuestadora va al meollo del asunto: ¿Qué opinión le merece
la postura del Gobierno nacional en lo referente a megaminería? ¿Tiene
conocimiento de la existencia de recursos minerales en el Cordón Esquel? Ahí
hace referencia al plebiscito que frenó el emprendimiento minero a cielo
abierto, plantea la existencia de un proyecto minero subterráneo y apunta a
conocer qué interés tiene el vecino consultado para informarse sobre distintos
aspectos de este “nuevo” proyecto (económicos, ambientales, sociales, etc.)
Además, la gente de la consultora CIO quiere saber qué
opinión tiene la comunidad frente a la posibilidad de que se avance con este
proyecto “subterráneo” y “que brindaría trabajo a 600 personas”, agrega
caracterizando el proyecto según los parámetros que promueve la empresa minera.
Por otra parte, pregunta quién debería respaldar este proyecto a la hora de
impulsarlo: ¿El Gobierno municipal? ¿El Gobierno provincial? ¿Otros?
Otra de las preguntas apunta a conocer cómo debería
presentarse el proyecto minero y las opciones varían entre reuniones privadas,
pasando por encuentros en juntas vecinales y terminan con la posibilidad de
hacer una audiencia pública con la presencia de los medios de comunicación.
En el tramo final de la encuesta se le pregunta al vecino si
está informado sobre la existencia de grupos “antimineros” en Esquel y le pide
su opinión sobre ellos. “¿Sólo buscan impedir el desarrollo productivo?”,
“¿ofrecen una alternativa de desarrollo?” preguntan dando por sentado que se
trata de un proyecto productivo, en vez de extractivo, y reflejando nuevamente
las posiciones mineras. Además, indaga sobre si se trata de “un grupo
minoritario” o si “representa a la mayoría”.
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