martes, 14 de junio de 2011

Ratifican que no son tóxicas las cenizas volcánicas Técnicos del Centro Atómico Bariloche.

Observación con microscopio (CNEA)
 A cpntinuación podras leer el informe que caracteriza la ceniza caída en Bariloche. Lo que sigue faltando para definir finamente su composicion Cualitativa y Cuantitativa es un estudio en detalle que veo que no lo estan haciendo. Les adjuntamos el estudio de la Ceniza del Cahien para que comparen los nievles de profundidad del análisis. Tambien entiendan que ponerle cloro al agua que llega turbia a las canillas es solo una fraudulenta forma de disimular la incapacidad de asegurar el correcto filtrado del agua. Digamos que al final, estamos expuestos a la manipulación de la "desinformacón sistémica".ab
Nota: Por razones de Blog si deseas el informe escribinos a hualaue@gmail.com 


Artículo del  Diario Río Negro a continuación




Los especialistas del Grupo de Caracterización de Materiales de CNEA llegaron a la conclusión que el material caído en Bariloche, producto de la erupción volcánica en Chile, no presenta toxicidad, y por consiguiente, no es riesgoso para la salud, al margen de las dificultades que pueda generar en vías respiratorias o en el sistema ocular.
Técnicos del Centro Atómico, a pedido del ministerio de Planificación de la Nación, concretaron un “estudio de caracterización” y uno químico, sobre la ceniza.
“No se detectó la presencia de sustancias que afecten la salud como azufre o arsénico”, y “tampoco cristobalita (una variante volcánica del cuarzo), como sucedió con el Volcán Chaitén en 2008, que es una de las fracciones más nocivas causando problemas pulmonares y respiratorios”, señaló la doctora Liliana Mogni, integrante del Grupo de Caracterización de Materiales, quien además detalló que “la ceniza está compuesta por silicio, aluminio, potasio, calcio, hierro, titanio, magnesio, sodio y, en una pequeña cantidad, cloro”.
El equipo investigador estuvo compuesto por la mencionada Mogni, además de Carlos Cotaro y Romina Daga, quienes utilizaron un Microscopio Electrónico de Barrido y procedieron a realizar un “análisis químico de la fase sólida mediante EDS (por sus siglas en inglés: Energy Dispersive Spectrometer)”.
Con el primer instrumento determinaron la forma y tamaño del material caído -“texturas vesiculares y otras con formas de bloques”-; mientas que con el sistema EDS se observó que “mostraron homogeneidad en su composición de volumen”.
“Hicimos estos análisis para detectar elementos que no se pueden ver a simple vista, y que nos ayudara a entender qué tipo de minerales eran los que estaban cubriendo la ciudad”, señaló la profesional. (ANB)

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