La juventud es una matriz de fuerza fundamental, una fuerza transformadora; es por esto que ser joven implica una gran responsabilidad, ser joven de Venezuela, México, Chile, Bolivia, Colombia, Ecuador, ser joven de Latinoamérica, sobre todo en este continente implica un gran compromiso ya que por promedio somos un continente joven y por lo tanto fuerza motriz. El estudiante tiene una responsabilidad, porque tiene más posibilidades de comprender los fenómenos socio económicos y las realidades del mundo; tiene la responsabilidad de ser un factor dinámico del proceso transformador de cambio. La revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hace el pueblo, la revolución la hace esencialmente el trabajador. En los cambios estructurales económicos, se requieren profesionales aptos y comprometidos con la transformación social, se requiere un profesional que no se sienta un ser superior, se necesita un profesional con conciencia social que entienda que su lucha es para un beneficio colectivo. Se necesitan educadores con vocación, se necesitan arquitectos que su prioridad sea la modernización de una barriada, se necesita un médico que levante su voz para reclamar que la medicina llegue a todos los rincones populares y fundamentalmente a los sectores rurales. Se necesitan profesionales que no busquen engordar el monstruo que hay en los puestos públicos, en las capitales de nuestras patrias. Profesionales que vayan a las comunidades más remotas, que se hundan en ellas y sirvan para ellas.
Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica…, Ser agitador universitario y ser mal estudiante es fácil, ser buen estudiante y revolucionario es más difícil pero el maestro respeta al buen alumno y tendrá que respetar sus ideas cualesquiera que sean…!!
NI PACTO, NI NEGOCIACIÓN. PROFUNDICEMOS LA REVOLUCIÓN..!!
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE
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